EL SEXTO DE LA TARDE CORNEA GRAVEMENTE A UN PORTONERO
L.C./D.F.
El séptimo festejo de la Feria de Alicante provocó una
gran decepción entre el respetable pese a la expectación generada por el cartel. Uno de los diestros más esperados, tras su reaparición en la Monumental de Barcelona,
José Tomás, no logró ni tan siquiera una oreja en su aparición en Alicante, debido, sobre todo al
ganado presentado por las ganaderías de Garcigrande -segundo, cuarto y sexto-
y por Domingo Hernández -primero, tercero y quinto-.
El ganado en general fue chico y sin cuernos, sin presencia alguna. Indicar que se contabilizaron siete avisos durante la lidia de los seis astados. La nota más negativa fue la cogida que sufrió un portonero del coso taurino cuando el sexto de la tarde, en un descuido se escapó del ruedo, lo que generó momentos de pánico entre el respetable.
Enrique Ponce dio a su primer toro cuatro
verónicas y
media, y tras recibir un
puyazo el astado, el matador se lo brindó al público. A continuación,
con dos tandas de derechazos muy bien ejecutados, naturales y el de pecho con unos molinetes, Ponce cuadró al cornúpeta. Mató con
un pinchazo sin soltar, otro pinchazo más en lo alto que acostó al toro, con un aviso y recibió aplausos. Su segundo, que
demostraba mejor presentación, pero que era imaginaria, recibió un puyazo.
El diestro empezó muleteando al toro para sacarlo a los medios, unos derechazos y naturales sin ligar tandas, casi uno a uno, lo que enfrió al público. Tras un
abaniqueo, pinchazo sin soltar, estocada baja y dos descabellos.
Recibió dos avisos. Aplausos.
José Tomás que venía con la euforia y el triunfo de Barcelona el pasado día 17, no tuvo éxito en su actuación en Alicante por la birria de ganado que eligió y
que nunca, si no él, sus representantes, debían haber aceptado. Con este cuadro empezó su faena en el segundo astado con un chico toro, que
parecía que no tenía ni cuernos. El toro recibió un puyazo y fue mal banderilleado.
El diestro comenzó con unos pases por alto y derechazo en el centro del ruedo. Continuó con otra tanda
corriendo bien la mano, siempre con su aspecto estético y quieto.
Unos pases de pecho, naturales que se aplaudieron, y haciendo el péndulo le dio unos pases y cerró con manoletinas.
Un pinchazo, estocada, descabello, recibiendo un aviso.
Hubo una pequeña parte del público que pidió la oreja y en definitiva, fue aplaudido. Esto fue lo que José Tomás realizó, pero en definitiva
no tuvo ni aliciente ni emoción por la pequeñez del astado que bien parecía un utrero en lugar de un toro.
En el quinto de la tarde pasó sin pena ni gloria y con dos pinchazos y estocada, se acostó el toro y le dieron otro aviso. Francisco José Palazón, en su primero,
con tres derechazos y un desplante, pero sin son en los mismos, lo cuadró para matar dándole dos pinchazos y dos avisos.
Silencio. El sexto, después de haberlo picado, en un descuido o falta de atención,
se coló por la salida de las cuadrillas, en el portón número dos, sin dar tiempo al portonero a cerrarlo, lo cual provocó el pánico entre el público de los tendidos. En la parte interior, estaba la segunda puerta cerrada, pero con la mala fortuna de que
el empleado, Antonio Hernán, que estaba en ese momento haciendo su labor fue corneado en tres trayectorias en el pecho. Según un comunicado del servicio médico,
por unos milímetros no le produjo la muerte instantánea, y
después de ser atendido se trasladó al Hospital General.
El toro se enganchó con los petos del caballo y se pudo sacar al centro del ruedo, y continuar la lidia. Le hizo una buena faena Palazón,
esforzándose lo máximo posible para que el público quedara contento, pero no tuvo suerte a la hora de echarse a matar, pues
necesitó una estocada delantera y tres descabellos. Aplausos.
Espectáculo para el viernes 22 de junio:Corrida de toros.
Toros de la
ganadería de Fuente Ymbro para
Finito de Córdoba,
Matías Tejela,
Miguel Ángel Perera.